viernes, 31 de diciembre de 2010

La Neuroética


Los avances en la tecnología de formación de imágenes del cerebro ha hecho posible un amplio desarrollo en esta área de conocimiento, a pesar de los inconvenientes éticos que pueden generar los métodos de investigación, que llevan a plantear problemas morales a veces inaceptables.
La Neurociencia se ocupa del estudio del Sistema nervioso central y periférico y la Neuroética, que proviene de ella, es la moral aplicada al estudio del cerebro, considerado el órgano base de la identidad, de la responsabilidad y de las funciones superiores.
Las primeras investigaciones anatómicas del sistema nervioso central comienzan con Thomas Willis (1621-1675) científico identificado con el dualismo cartesiano que divide el cuerpo del alma y supone el estudio separado de cada parte del hombre, para que juntas lo representen.
Willis localiza determinadas funciones mentales en regiones específicas del encéfalo y en siglo XIX se convierte en el precursor de la controversia entre los que estaban a favor de las localizaciones y los que se oponían a ellas.
Franz Joseph Gall (1758-1828) por su parte, sostenía que la forma del cráneo mostraba el diferente desarrollo de las estructuras cerebrales, responsables de sus funciones específicas.
En cambio, Marie Jean Pierre Flourens (1794-1867) no le otorgaba importancia al lugar sino a la porción de cerebro involucrada.
Mientras tanto, los datos objetivos de los registros ponían en evidencia la influencia de ciertas lesiones cerebrales en el comportamiento.
El conocido caso de Phineas Gage, resulta ser un ejemplo de la tesis reduccionista, además de los descubrimientos sobre el lenguaje de Paul Pierre Broca y Karl Wernicke.
Gage era un capataz del ferrocarril de Nueva Inglaterra que debido a un accidente que le destrozó parte de la cara y del cráneo, perdió una porción de la corteza prefrontal.
Sin embargo, a pesar de la gravedad de sus lesiones, no experimentó ningún problema sensorial ni motor, pero su comportamiento cambió radicalmente, porque habiendo sido un hombre bondadoso y generoso se convirtió después del accidente en alguien malhumorado, hosco y malhablado.
Broca había señalado a la circunvolución frontal inferior del lóbulo frontal como la región de la corteza cerebral responsable del habla.
Bernard Baertschi piensa que la neuroética se tiene que ocupar de en qué medida influyen las emociones en las decisiones morales, la responsabilidad y la libertad de una persona ante el determinismo cerebral; además, del control de los estados mentales por medio de las técnicas de neuroimagen y la neuropotenciación y de los tratamientos adecuados con psicofármacos.
Forman parte también de este campo los implantes cerebrales, las interfaces máquina-encéfalo, y las bases neuronales del comportamiento y de la conciencia.
A través de la historia de la filosofía, cada época ha tenido su ética. Kant por ejemplo propuso el deber como guía de moralidad; el siglo XIX se caracteriza por el utilitarismo como sinónimo de felicidad para todos; y en el siglo XX la bioética se coloca en primer lugar y aparece el informe Belmont con los cuatro principios que deberán regir, las investigaciones sobre humanos, la relación con el médico, el derecho a la autodeterminación, y la no maleficencia, principio de beneficencia y justicia.
En el siglo XXI llega la Neuroética, o sea la ética de la Neurociencia centrada en la ética de la práctica médica que integra el conocimiento neurocientífico con el pensamiento ético y social.
La Neurociencia de la ética está basada en la Neurofilosofía, que es la que indaga sobre las bases neurológicas del conocimiento moral, o sea qué es lo que ocurre en el cerebro cuando se trata de decisiones morales.
Para un kantiano, este proceso ocurre en la zona frontal del cerebro; para un utilitarista se trata de la activación de las partes prefrontales, límbicas y sensoriales y para un aristotélico es la actividad coordinada de todo el cerebro.
El criterio para determinar el fin de la vida, es una cuestión capital en el avance de las neurociencias. Actualmente se adopta el criterio cerebral, o sea que la muerte se produce cuando el cerebro, inclusive el tallo cerebral deja de funcionar; sin embargo, aún no queda descartada la posibilidad de la manipulación del hombre gracias a estos avances.
Fuente: “De la Neurociencia a la Neuroética”, José Manuel Giménez Amaya, Sergio Sánchez-Migallón. “Investigación y Ciencia-Mente y Cerebro”, numero 43, Neuroética, Luis Alonso.


 escrito por: Malena Lede

Los ateos, liberales y monógamos tienen un coeficiente más elevado

CNN — Las tendencias, políticas, religiosas y sexuales son un indicio de inteligencia, afirma un estudio de la Escuela Londinense de Ciencia Económica y Política.
El psicólogo evolucionista Satoshi Kanazawa relacionó información sobre esas conductas con el coeficiente intelectual (IQ) y encontró que, en promedio, las personas que se dijeron ateos y liberales, tenían un IQ más alto.
Los participantes que se declararon ateos tenían un IQ promedio de 103 puntos en la adolescencia, mientras los adultos que se dijeron religiosos, tuvieron un promedio de 97, encontró el estudio.
Este resultado aplicó también para la exclusividad sexual, pero sólo en los hombres. Esto quiere decir que los hombres que se relacionan sexualmente con una sola pareja, tienen un coeficiente más elevado.
Las diferencias en el IQ –que no son determinantes aunque tampoco insignificantes- son del orden de seis a once puntos y muestran cómo se desarrollan ciertos patrones de identificación con alguna ideología, y cómo cambia el comportamiento de las personas con ello.
Los datos no deben ser utilizados para estereotipar o crear prejuicios sobre las personas, dicen los expertos.
La razón de este resultado es que todas esas tendencias van en contra del pasado evolutivo del ser humano. En otras palabras, ninguno de estos rasgos habría sido benéfico para nuestros ancestros, pero podrían estar asociados a una inteligencia mayor.
“Adoptar algunas nuevas y evolucionadas ideas tiene que ver con el avance de las especies”, dijo James Bailey, catedrático de la universidad George Washington.
“Incluso tiene mucho sentido que las personas más inteligentes –que parecen tener mayor poder intelectual- son quienes las hacen avanzar”.
Agregó que estas preferencias podrían ser un deseo reprimido de mostrar superioridad o elitismo, lo cual también está relacionado con el coeficiente. De hecho, adherirse a filosofías poco convencionales –como el liberalismo y el ateísmo- pueden ser una forma de “decir a los demás que eres muy listo”, dijo.
El estudio analizó una larga muestra del Estudio Nacional Longitudinal de Comportamiento Adolescente. Los entrevistados tenían entre 18 y 28 años entre los años 2001 y 2002. Otra fuente del estudio fue la Encuesta Social General de los Estados Unidos.
Monógamos, ¿más listos? Sólo los hombres
Kanazawa descartó que una inteligencia superior o inferior tuviera que ver con la monogamia en las mujeres. Esto tiene sentido si vemos que, el tener una sola pareja, ha sido un comportamiento tradicionalmente femenino desde hace miles de años; por lo que esta exclusividad no es nada nuevo.
Para los hombres, por otra parte, la monogamia va en contra de su “deber” evolutivo, que les indica que deben “esparcir su semilla” con múltiples parejas.
En cambio, las mujeres necesitan de una pareja estable que les provea de recursos, considerando que pasan nueve meses embarazadas y varios años cuidando de hijos pequeños.
Mentes libres de dogmas
La religión, según esta teoría, no ayudó exactamente a la gente a sobrevivir o reproducirse, pero las ha ayudado a cuidarse al volverlas “paranoicas”, dice Kanazawa.
Por ejemplo: asumir que un ruido lejano es señal de una amenaza, ayuda a los humanos a prepararse para el peligro.
“La paranoia ayuda a la vida, y si los humanos son paranoicos, se vuelven más religiosos y ven las manos de Dios en todas partes”, asegura el investigador.
El ateísmo “permite cuestionar y especular sobre la vida sin preocuparse por los dogmas de una religión”, afirmó el profesor Bailey.
“Históricamente, todo lo que es nuevo y diferente es visto como una amenaza en términos de las creencias religiosas, pues casi todas las religiones se basan en la permanencia”, apuntó.
Liberales, más generosos
El estudio recoge el concepto estadounidense de ‘liberal’, en comparación con un conservador, al margen de tendencias políticas, como el aborto y los derechos de los homosexuales.
“Los liberales suelen preocuparse más por personas totalmente ajenas a ellos, mientras que los conservadores sólo muestran preocupación por quienes les son afines”, explicó el catedrático.
Considerando que nuestros ancestros tuvieron un agudo interés en la supervivencia de su descendencia, la postura conservadora sigue la línea de la evolución, más que la liberal, afirma Kanazawa. “Es antinatural en los seres humanos el preocuparse por los extraños”, dijo.
El estudio encontró que los adultos jóvenes que dijeron ser más conservadores tienen un coeficiente promedio de 95, en comparación con los que se dijeron “más liberales”, que tuvieron un promedio de 106.
La preocupación de los conservadores por sus seres más cercanos encaja también con la necesidad de mantenerse a salvo, en contraste con la tendencia de los liberales por aventurarse hacia lo desconocido, afirmó Bailey.
No obstante, ninguna de estas tendencias es evidencia de que la evolución de la especie humana esté condicionada a esas ideas, advirtió Kanazawa.
“Las personas más inteligentes tienen menos hijos, así que salirse de la trayectoria (de conservación de la especie) es algo que no va a suceder”, concluyó.

 

domingo, 5 de septiembre de 2010

Los 7 pecados de la Memoria



“Los 7 pecados de la memoria” es el título del libro de Daniel Shacter especialista en Psicología por la Universidad de Harvard. En Depsicología hablamos del fascinante libro de D. Shacter “ Los 7 pecados de la memoria
La neuropsicología ha descubierto que la memoria no es solo vital para recordar el pasado, lo es también para que pueda existir el futuro.  Cuando imaginamos lo que está por ocurrir activamos exactamente las mismas zonas del cerebro que cuando estamos recordando cosas pasadas.
Hoy sabemos que hay regiones cerebrales importantes para el almacenamiento de cierto tipo de información. Pero sin embargo el recuerdo de una determinada experiencia concreta está compuesto de fragmentos de información que nuestro cerebro no guarda “en un mismo lugar”, sino en diferentes lugares del cerebro”.Cuando recordamos nuestro cerebro recupera esos fragmentos de información desde las diferentes lugares y los une para darnos ese recuerdo.
Daniel Shacter autor del libro “Los 7 pecados de la memoria”,  ha estudiado los mecanismos de la memoria. Valiéndose de técnicas de neuroimagen de experimentos psicológicos. En su libro nos cuenta como, la memoria no es tan fiable en los detalles,  nuestra memoria puede engañarnos.
Existen dos tipos de  memoria.
  • Memoria episódica: Recuerda detalles de sucesos, experiencias vividas
  • Memoria Semántica: Se  encarga de archivar nuestros conocimientos lo que hemos ido aprendiendo.
Los 7 pecados de la memoria Daniel Shacter: Los 3 primeros les llama “Pecados por omisión”. A partir del 4º les llama “pecados por comisión”
  1.  Nuestra memoria se debilita con el paso del tiempo. A mayor uso de la memoria, del conocimiento y de la experiencia mejor será el grado de memoria. Lo que no se usa  se va perdiendo. El peso de su memoria lo atormentaba y lo llevó al suicidio. En el cerebro normal la curva del olvido registra cómo -dentro de las 8 horas posteriores al suceso-  el cerebro borra el 80% de los sucesos. Dependerá del interés y de los repasos el fortalecimiento de las huellas mnémicas y de las redes neuronales. Recuerdo y olvido más que adversarios deben ser aliados estratégicos en la construcción de un sistema memoria eficaz.
  2. La distracción. Si nos presentan a alguien y no prestamos atención no podremos recordar su nombre. El grado de  interés es importante en la atención y esto repercute en el recuerdo.
  3. El bloqueo, o “ Lo tengo en la punta de la lengua”. ¿Cuantas veces nos ha sucedido que queremos recordar algo y en ese momento es imposible?. En estos casos lo mejor no empeñarse en recordar. Es mejor relajar la mente y tratar de relacionar episodios o recuerdos asociados a aquello que deseamos recordar. Seguramente cuando menos lo esperes el recuerdo vendrá solo.
  4. Recordamos algo pero alteramos detalles (que nuestro cerebro rellena para dar coherencia). Es esto de “recordar el hecho pero alterar el orden, la fuente etc”. Por ejemplo asociar una secuencia de hechos en la escena de un crimen a una persona, que quizás no tuvo nada que ver pero  estava allí o hizo algo que nos resultó extraño.
  5. La sugestión:   Un recuerdo puede ser modificado, alterado o manipulado por personas hábiles en la manipulación. Haciendo que recordemos cosas inexistentes o logrando asociaciones de hechos falsas pero que llegamos a recordar como ciertas.
  6. Lo que creemos nos condiciona. Nuestras experiencias, conocimientos y creencias actuales pueden afectar el recuerdo original que tuvimos. Tendemos a adaptar el pasado a lo que ahora creemos,.
  7. Dificultad para olvidar hechos traumáticos. Tenemos una tendencia a repetir mentalmente los sucesos traumáticos,. De tal forma que nuestra memoria los graba con todo lujo de detalles. En trastornos como el estrés postraumático la rememoración de experiencias es parte fundamental del desarrollo del trastorno.
 
Fuente| Los siete pecados de la memoria, Redesparalaciencia.com

jueves, 2 de septiembre de 2010

¿Lo que hueles altera lo que ves?

El sentido del olfato humano es mucho menos importante que la vista. Sorprendentemente, se ha encontrado que influye de forma significativa sobre la visión, tanto como para que lo que huelas altere lo que percibes visualmente. La investigación, dirigida por Wen Zhou del Instituto de Psicología de la Academia China de Ciencias, aparece publicada en Current Biology.
Estudios anteriores habían encontrado una conexión entre la vista y el oído y el tacto, pero esto es algo que cabe esperar. El que el olfato influya en la percepción visual es mucho más extraño y llamativo: el olfato está considerado el sentido más antiguo y, siendo la vista mucho más moderno evolutivamente y claramente dominante, no se espera que el olor pueda influir en lo que ves.
Los humanos integramos la información de todas las modalidades sensoriales para hacer una composición del mundo que nos rodea, pero le damos distinto “peso” a cada modalidad basándonos en la fiabilidad de la información. En este sentido, parece bastante probable que al olfato se le dé un peso mucho menor que a la visión.

Para determinar hasta qué punto influye el olfato en la visión, los investigadores presentaron a los voluntarios dos imágenes completamente diferentes (una rosa o dos rotuladores Sharpie) a cada ojo, prueba que se conoce como rivalidad binocular. Como el cerebro no puede procesar simultáneamente estos estímulos contradictorios, los sujetos ven una alternancia de las dos imágenes. El equipo de Zhou repitió la prueba pero, en esta ocasión el sujeto olía una sustancia simultáneamente. Esta sustancia tenía un olor parecido al de una rosa o al de un rotulador. En este caso, la imagen que correspondía con el olor presentado se veía durante más tiempo. Este resultado sugiere que el cerebro había integrado los dos tipos de estímulos sensoriales.
Cabría la posibilidad de que la asociación consciente del olor con la imagen influyese en lo que los voluntarios ven más tiempo. Para comprobar que esto no era así los investigadores diseñaron otro experimento. A los sujetos se les mostraba una de las dos imágenes a un ojo, mientras que el otro era sometido a flashes de luz; en estas condiciones no se puede ver la imagen conscientemente. Pero cuando la imagen iba acompañada por su olor correspondiente sí conseguían verla. Dado que los sujetos no podían ver la imagen antes de oler la fragancia, el proceso parece ocurrir inconscientemente.

Este estudio se refiere sólo a un comportamiento, no nos dice nada de los mecanismos neurológicos subyacentes. Lo más intrigante es que los dos sistemas están localizados en los extremos del cerebro: el procesamiento de la información visual se realiza en la parte de atrás del cerebro (lóbulo occipital) en el córtex visual, mientras que la olfativa se procesa cerca de la frente. ¿Dónde se unirán?
Referencia:
Zhou, W., Jiang, Y., He, S., & Chen, D. (2010). Olfaction Modulates Visual Perception in Binocular Rivalry Current Biology DOI: 10.1016/j.cub.2010.05.059

Los hombres como enemigos

El rechazo al otro sexo se produce, desde el punto de vista psicológico, cuando se han sufrido conflictos infantiles que no se han podido elaborar de forma adecuada. El hombre que ataca y daña a la mujer la rechaza porque depende demasiado de ella, algo que no sabe y que, conscientemente, se niega a reconocer. No ha logrado crearse una identidad en la que se sienta cómodo. La mujer que rechaza al hombre también padece fantasías inconscientes que le hacen verlo como un enemigo. No ha podido organizar una maduración psíquica que permita aceptar la diferencia con el hombre y la vive como algo que la daña.
Femenino y masculino
Desde el punto de vista psicológico, el recorrido de la niña para llegar a amar al hombre es distinto al del niño. Tiene que separarse de la madre, que ha tenido que vivir bien su feminidad, y encontrar a un padre en el que pueda apoyarse, que la valore y que no tenga conflictos con lo femenino. Si, cuando la niña reclama la atención paterna, encuentra rechazo, abandono o un acercamiento incestuoso, se le hará complicada la relación con los hombres. Puede llegar a rechazarlos. Se defiende de ellos porque teme sentirse mal. Entonces retrocede hacia la madre y se queda demasiado dependiente de ella. La actitud de la madre hacia el padre también es importante para la niña. Si responsabiliza al progenitor de todo lo que ella no ha podido hacer y transmite a la hija la idea de que los hombres quitan independencia, les adjudica, sin darse cuenta, el poder de dar o quitar la libertad a la mujer y, así, valora más al sexo masculino que al suyo.

Laura hablaba con unas amigas de lo que le había pasado a Gloria, que había vuelto a romper con su pareja. Discutían continuamente y él se había ido. “Los hombres son así –decía Pilar–, infieles por naturaleza. No se puede confiar en ellos. Como lo tienen más fácil, no tienen por qué esforzarse”. Laura reconocía aquellas ideas: antes sentía y decía esas mismas cosas. Pero había cambiado de perspectiva gracias a la psicoterapia a la que había acudido tras su segundo fracaso amoroso. Los fracasos le servían, por cierto, para confirmar las ideas que tenía sobre los hombres. Llegó al tratamiento quejándose sobre su suerte en el amor: todos la abandonaban tras un tiempo. En el tratamiento, comprendió que era ella quien los echaba de su lado, pero no quería sentirse culpable por ello. Su padre, celoso y con graves conflictos para acercarse a su hija, había hecho piña con su hijo. Su madre se quejaba continuamente de lo inútiles que eran ambos y del trabajo que daban los hombres. Así, transmitió a su hija la idea de que era mejor estar sola.
Lazos que atan

Laura descubrió que no sólo tenía cuentas que arreglar con su padre; también con su madre. Sentía cierta hostilidad inconsciente hacia ella que la llenaba de culpa, porque no le gustaba verla tan infeliz. Se hacía responsable de cuidarla y compensar lo que su padre no le daba, pero eso la ataba a ella y le evocaba lo abandonada que le había hecho sentir su padre. Suponía que éste sólo valoraba a su hermano porque era un chico. Cuando Laura pudo aceptar los conflictos, tanto de su madre como de su padre, y entender los deseos que la tenían atrapada, su queja contra los hombres en general desapareció. Se sentía más a gusto consigo misma y encontró a uno con el que tener una relación gratificante.

La excesiva dependencia del otro provoca rechazo hacia él. El odio al hombre puede aparecer tras algún fracaso, porque este afecto es una manifestación de defensa contra el dolor.

Autora: Isabel Menéndez

Enfermedades curiosas… lo que el cerebro nos oculta

A continuación vamos a hacer un repaso por las más espectaculares, algunas de las cuales ya fueron explicadas hace casi 10 años en la revista “Muy Especial” y aún hoy siguen siendo una incógnita. Vamos a mostrar un extracto que encontramos en una de nuestras incursiones internetiles mientras buscábamos información sobre problemática y psicología:
“El señor P. era un eminente músico que había acudido a la consulta de un neurólogo porque tenía problemas para identificar las cosas de su entorno. En alguna ocasión le habían sorprendido dando palmaditas en la parte superior de las bocas de incendios creyéndolas cabecitas de niños o iniciando una conversación con el picaporte de una puerta. Tras la revisión, el señor P. salió de la consulta. De repente, se detuvo en seco, rodeó el coche y se dirigió al asiento que ocupaba su mujer, la agarró del cuello de la camisa y por las orejas e intentó ponérsela en la cabeza. Se trata de un hecho real comentado por el famoso neurólogo Oliver Sacks. En este caso concreto, el señor P. padecía una pérdida cognitiva aguda: su cerebro era capaz de ver, oír, sentir y escuchar perfectamente, pero no podía emitir juicios personales. Así, metía a su mujer en la misma categoría conceptual que un paraguas o un sombrero”. Como puede observarse, en otras épocas (incluso actualmente) se hubiera considerado al paciente como un demente y punto, sin tratar de conocer cual es su diagnóstico exacto. Tan sólo lo hubieran clasificado como una variante de alguna enfermedad conocida, aunque los síntomas no se adaptasen exactamente a la prescripción de la enfermedad. Pero casos de este tipo se dan por todo el mundo desde hace mucho tiempo. Aquí dejamos un pequeño índice de enfermedades “anómalas”:
  • Anasognosia: suele producirse cuando un traumatismo daña la parte derecha del cerebro, paralizando a su vez la parte izquierda del cuerpo. En algunos casos el paciente ve su brazo paralizado pero cree que se mueve. Si se le pide que se anude los cordones de los zapatos, lo intentará hacer con una sola mano y evidentemente no podrá concluir la tarea, pero él creerá que lo ha conseguido como si tuviera dos manos útiles.
  • Negligencia hemisférica: se produce por un deterioro de los centros visuales de un lado del cerebro, lo que provoca que el enfermo sólo vea la mitad de las cosas. Estos pacientes sólo comen, por ejemplo, el lado izquierdo del plato, escriben en el lado izquierdo del folio o se atan sólo el zapato izquierdo.
  • Síndrome de Korsakov: suele aparecer en pacientes con alcoholismo crónico. Se trata de una lesión cerebral que provoca amnesia. El paciente es incapaz de recordar los nuevos hechos o experiencias, su memoria a corto término está gravemente afectada, sólo recuerda hechos antiguos, anteriores a la enfermedad. La persona cree que tiene la edad que tenía al empezar esta enfermedad y piensa que se encuentra viviendo en esa época. Todo lo que hace actualmente se le olvida rápidamente. Muchas veces se confunde con Alzheimer.
  • Síndrome de Capgras: es un trastorno de la capacidad de identificación. El paciente ve la cara de su cónyuge, por ejemplo, y está seguro de que se trata de un impostor. Parece que se debe a alguna desconexión entre el mecanismo físico del reconocimiento visual y la memoria afectiva. El sujeto ve un rostro conocido, pero no experimente las reacciones afectivas correspondientes a la visión de un ser querido, por lo que interpreta que es un impostor. A veces se asocia con trastornos bipolares de la personalidad o con una apatía social selectiva.
  • Síndrome de Munchausen: se trata de uno de los llamados trastornos ficticios más graves. El paciente simula sufrir enfermedades mediante la ingestión de productos dañinos e incluso se practica heridas y mutilaciones para llamar la atención y así beneficiarse de las supuestas ventajas de ser cuidado. Se llega a confundir con la hipocondría.
  • Síndrome de Tourette: se caracteriza por una serie de tics compulsivos que van desde simples movimientos faciales a tics vocales. En este último caso, el paciente se ve incapaz de controlar los sonidos y vocablos que emite. A veces, el sujeto dice tacos sin control en cualquier situación, a lo que se denomina coprolalia. Uno de cada 200 sujetos con tics crónicos puede llegar a padecer este trastorno de origen genético.
  • Tricotilomanía: afecta a un 1% de la población. El enfermo arranca compulsivamente el pelo de cualquier parte del cuerpo: cabeza, cejas, pecho, zona púbica…
  • Visión ciega: los pacientes parecen totalmente ciegos, al menos respecto a una parte de su campo visual. Si se les pregunta si pueden ver un objeto en esa zona, la respuesta es negativa. Pero si se les fuerza a señalar dónde se halla ese objeto, indicará el lugar correcto. De alguna manera, sus mecanismos visuales se han interrumpido. Pueden ver, pero no son conscientes de ello.
  • Síndrome del Acento Extranjero: existen 50 casos localizados en el mundo de este extraño trastorno, que surge cuando varias conexiones de los centros de control del lenguaje en el lado izquierdo del cerebro sufren un daño. Algunos pacientes generan un patrón de lenguaje completamente distinto al propio. En ciertas ocasiones, el individuo termina hablando con acento distinto al de su país o una lengua irreconocible, producto de la mezcla de varios idiomas con los que haya tenido contacto. Se tiene conocimiento de algún caso en la antigüedad y que había clasificado como xenoglosia (la capacidad de hablar lenguas desconocidas para el paciente).
  • Ceguera al movimiento: una variedad muy rara de visión ciega. El paciente ve bien los objetos estáticos, pero no percibe el movimiento. Si echa el café en una taza, capta sin problemas la cafetera, el plato, la taza… pero el chorro aparece ante sus ojos como una columna helada e inmóvil. Es un mal inhabilitante. Los coches, las personas, las imágenes de televisión aparecen y desaparecen de pronto a distancias diferentes, pero se pierden en cuanto se mueven. Los pocos casos conocidos se han producido tras un accidente cerebro-vascular.

domingo, 1 de agosto de 2010

Grupo Diaporein, CILW y GIFA preparan las Jornadas “Ciencia, Religión y Civilización. Wittgenstein frente a los excesos del Proyecto de Modernidad y la Ilustración”


[Cuarta alerta]

Segundas Jornadas Americano-Europeas de Ciencia y Filosofía
“Ciencia, Religión y Civilización.  Wittgenstein frente
a los excesos del Proyecto de Modernidad y la Ilustración
Segundas Jornadas de Análisis Filosófico, Jurídico y Político
“Lenguaje, Realismo político y Teoría Pura del Derecho.
Wittgenstein y la Filosofía del Derecho”


26, 27 y 28 de agosto de 2010  UNMSM, Lima, Perú


Breve presentación:
Ludwig Wittgenstein es una de las tres figuras clásicas de la Filosofía Analítica. Sus trabajos son depositarios de un análisis conceptual fino, profundo y persuasivo, cuyos principales campos en los que han sido aplicados alcanzan temas de interés multidisciplinar (que cubren expectativas de, por ejemplo, de comunidades de investigación centradas en Psicología, Sociología, Lingüística, Ciencias de la Comunicación e Información, Teoría Literaria, Lógica, Pedagogía, Teología, Derecho, Antropología, Arquitectura, Ciencia Política, Neurociencias, Artes Visuales, etc.). Por supuesto, sus observaciones también han sido focalizadas en tópicos de Epistemología, Semántica y, en su etapa seminal, Lógica Matemática –disciplina que le debe el más severo balance en lo hasta su momento habían hecho Frege y Russell (las otras dos figuras). Estas Jornadas no versarán sobre temas de Epistemología o Lógica Matemática, sino sobre aquellos otros que, parece hasta el último momento de su vida, Wittgenstein consideró de inestimable relevancia. Nos referimos a cuestiones relativas a la religión y la así llamada civilización moderna. Especialmente, este certamen quiere examinar minuciosamente la perspectiva wittgensteiniana de la religión en relación a la de la ciencia en el contexto sociocultural que hubo de tocarle vivir.

Algunos expositores:
Vicente Sanfelix (U. de Valencia - España), Nicolás Sánchez (U. de Valencia – España), C. Ors (U. de Valencia - España), Marciano Spica (Universidade Estadual do Centro-Oeste - Brasi), Vladimir Sierra (PUCE - Ecuador) y Antonio Ramirez-Victorio (UNMSM - Perú). También se contará con ponencias de Jean P. Cometti (Université d' Aix en Provence - Francia).y Luigi Perissinotto (Università Ca' Foscari di Venecia - Italia).

Mesa especial:
La sección de las Segundas Jornadas de Análisis Filosófico, Jurídico y Político “Lenguaje, Realismo político y Teoría Pura del Derecho. Wittgenstein y la Filosofía del Derecho” tiene programada la Mesa “Junger y Wittgenstein: La guerra como doctrina y la guerra como experiencia”, donde, junto a dos especialistas peruanos en Teoría del Derecho y Ciencia Política, disertarán, además de sus intervenciones en “Ciencia, Religión y Civilización. Wittgenstein frente a los excesos del Proyecto de Modernidad y la Ilustración”, los profesores Vicente Sanfelix (U. de Valencia - España) y Nicolás Sánchez (U. de Valencia – España).

Reunión de trabajo:
Expositores y asistentes participarán de la reunión de trabajo (viernes 27 - 11:00 a 12:30) en la que Vicente Sanfelix, lider del Grupo de investigación "Cultura y religión. Wittgenstein y la contra-ilustración", FFI2008-00866, suscrito a los financiamientos de la Unión Europea, expondrá de qué trata el proyecto y cómo la comunidad latinoamericana y peruana podría intervenir en él.
Organizan:
Diaporein Grupo Peruano de Investigaciones Filosóficas y Transdisciplinarias
Proyecto Cátedra Iberoamericana Ludwig Wittgenstein (CILW)
Proyecto Grupo Iberoamericano de Investigaciones de Filosofía Analítica (GIIFA)

Intervención especial:
Grupo de Trabajo Wittgenstein (Brasil) y Grupo de Investigación Cultura y religión. Wittgenstein y la contra-ilustración (España)

Auspicio Académico:
Wittgenstein Network (University of Aarhus, Denmark), Grupo de Trabajo Wittgenstein (Brasil), Grupo de Investigación “Cultura y religión. Wittgenstein y la contra-ilustración” (España), Círculo de Estudios Wittgensteinianos (Argentina), Centro de Estudios de Filosofía del Lenguaje (Argentina), Instituto de Investigaciones del Pensamiento Peruano y Latinoamericano (UNMSM, Perú).

Idiomas:
Español y portugués

Inscripción:
Enviar un email a diaporein@redfilosofica.de cuyo único contenido se componga de la solicitud explicita de vacante para inscripción, datos pormenorizados del solicitante y una lista de nombres y cuentas electrónicas de personas que sienta interesadas también en el tema de los eventos. El asunto del email deberá ser SOLICITUD DE INSCRIPCION. A continuación, recibirá información sobre todos los pasos a seguir.

Los inscritos tienen derecho a: (1) el material introductorio y (2) las 15 (aprox.) ponencias y charlas de ambas Jornadas, (3) el resumen de cada uno de los capítulos del libro en prensa Sobre lo que no se puede hablar. Wittgenstein en torno a la religión (cuyos contenidos difieren de idioma: francés, portugués, italiano y español), (4) dos certificados y (5) el total de ponencias.

Los reuisitos de inscripción tendrán una variación (del viernes 30 de julio al 19 de agosto / del viernes 20 de agosto al 26 de agosto). 40 vacantes.

Todos los investigadores destacados (líderes en sus proyectos de investigación, con record de publicaciones y ponencias arbitradas, y pasantias fuera de su país de origen), estudiantes preuniversitarios con pretensiones de profesionalizarse en Letras y Ciencias Sociales y profesores cesantes mayores de 75 años están exonerados de cualquier inscripción y sólo requieren enviar una solicitud al correo arriba indicado.

Idiomas:
Español y portugués

Inscripción:
Enviar un email a diaporein@redfilosofica.de cuyo único contenido se componga de la solicitud explicita de vacante para inscripción, datos pormenorizados del solicitante y una lista de nombres y cuentas electrónicas de personas que sienta interesadas también en el tema de los eventos. El asunto del email deberá ser SOLICITUD DE INSCRIPCION. A continuación, recibirá información sobre todos los pasos a seguir.

Coordinación general:
Antonio Ramirez-Victorio, 0330105@unmsm.edu.pe o Antonio@redfilosofica.de
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Grupo Diaporein / Cátedra Iberoamericana Ludwig Wittgenstein
LEXICOM Internacional Research Project

(Primera alerta)
(Segunda alerta)
(Tercera alerta)